Arequipa ya registra más de un millón de habitantes, siendo la segunda ciudad más poblada del Perú. Debido a esta razón, la demanda de viviendas está en aumento, haciendo que cada vez se opte por los departamentos.
Aunque puede ser de menor tamaño que una casa, los nuevos proyectos de departamentos vienen siendo construidos de manera que una familia de hasta seis personas pueda vivir cómodamente en 120 metros cuadrados.
Cada vez hay más personas con deseos de ser propietarias de una vivienda, ya sea mediante la compra o el alquiler un departamento. Los bancos están dando créditos a personas o familias que no cuentan con propiedades, pero que tienen un buen historial crediticio.
El pago varía dependiendo del proyecto, y los departamentos en Arequipa pueden ser pagados entre 5 y 10 años. De la misma manera, estos proyectos hacen descuentos si se paga puntualmente durante un periodo de tiempo.
Lo tradicional en cuanto a vivienda ha quedado en el pasado, y cada vez son más personas que apuestan por vivir en departamentos. La compra de éstos ha aumentado en todos los niveles socieconómicos, siendo José Luis Bustamante y Rivero, Yanahuara y Cayma los que figuran en el top de las personas con mayor poder adquisitivo.
Por otro Miraflores y Cerro Colorado también son distritos buscados para vivir, pero los departamentos en venta también se encuentran en Alto Selva Alegre y Characato.
A lo largo dela vida, la gran mayoría considera el tener un hogar propio como un logro personal. Existen grandes ventajas para interesarse sobre cualquier venta de departamento en Arequipa, y la principal se debe a la privacidad que goza en su vivienda, olvidarse del final de un contrato intempestivo y decorar a su antojo.
Sin embargo, también se tienen otras buenas razones para poseer un departamento, y no necesariamente para vivir en él. El comprar departamentos para luego alquilarlos se ha convertido en un jugoso negocio de aquellos que esperan los fines de mes para cobrar. Es una manera práctica de invertir en algo que dará frutos durante años sin mover un solo dedo.